Predica Jóvenes, 1 de noviembre del 2014.

¡CONCÉNTRATE!

Quiero que vayamos rápidamente a un pasaje de la biblia que encontré hace unas 2 semanas, que me llamó muchísimo la atención, y me llevó a entender un principio de Dios que me ha ayudado mucho a desenvolverme a partir de ese entonces, y sé que también le ayudará a ustedes. Este pasaje está en 2 de Reyes 4:29 “Entonces dijo él a Giezi: Ciñe tus lomos, y toma mi báculo en tu mano, y ve; si alguno te encontrare, no lo saludes, y si alguno te saludare, no le respondas; y pondrás mi báculo sobre el rostro del niño”.

Entendiendo un poco esta historia, tiene que ver con una mujer que recibió un milagro de Dios. Esta era estéril y luego de la visita del profeta Eliseo, terminó teniendo un hijo. Pero luego que el niño creció, de un momento a otro se muere, entonces esta mujer va a buscar al profeta, y el profeta envía a su discípulo a resucitar al niño muerto, pero antes de eso le da las instrucciones que acabamos de leer. ¿Cuál es el asunto aquí? ¿Por qué Eliseo le pide a Giezi que no salude a nadie, y que ni siquiera conteste ningún saludo? Precisamente porque Eliseo, no quería que Giezi pierda la concentración en medio de esta misión muy importante. Y curiosamente es lo mismo que nos pide Dios a cada uno de nosotros. El nos pide concentración. Nos da una santa misión, nos envía a cumplir con un propósito, y toda distracción que aparezca en ese trayecto NO ES DE DIOS.

Todos los que estamos acá tenemos una santa misión, misión que requiere de toda nuestra atención, entusiasmo, pasión y concentración. ¿A cuántos no se nos ha dado algo especial por cumplir para Dios, y a mitad del camino algo pasó? Algo nos distrajo, algo interrumpió ese fluir, algo nos hizo tropezar, y en el peor de los casos, algo nos hizo detener. Muchas de esas cosas, fueron provocadas por nosotros mismos, por agentes externos o personas que aparecieron y nos hicieron algo, o por situaciones que no esperábamos, y por ende, no permitieron que cumplamos a tiempo y a cabalidad lo indicado.

Es tan importante para Dios que estemos concentrados. Es tan importante que abracemos la causa, que no la soltemos, que nunca la dejemos a un lado, que perseveremos en la obra asignada. Porque es tan triste ver a muchos cristianos que hoy, pudiendo haber llegado mucho más lejos, aun estemos (me incluyo) a mitad del camino. ¿Y todo esto por qué? Por la distracción.

Y es por eso que ahora entiendo a los futbolistas, ellos se concentran antes de un partido, se apartan de todo el mundo y de todo aquello que pueda provocar distracción en ellos. La mayoría de los directores técnicos no les dejan ver a ni a sus esposa, no les dejan tener intimidad con ellas, otros no les dejan ver televisión, no pueden hablar con absolutamente nadie, terminan confinados un espacio de relax, con música suave de fondo, solo viendo videos motivacionales, se aprenden frases motivacionales, y demás. Y todo esto hasta que llegue el momento del partido.

Dicen que concentrarse se convierte luego en un “plus” al momento de jugar, que les da una mayor probabilidad de ganar. Y me puse a indagar acerca de esto, y mire lo que encontré, ellos se concentran para:

• Mantener los objetivos claros de cara al partido.

• Para visualizar una victoria, y mantener una mente positiva.

• Evitar escuchar todo comentario negativo.

• Considerar cualquier posible traspié durante el partido, y saber cómo van proceder. Es muy común en algunos equipos salir muy concentrados y al empezar el partido y recibir un gol en contra venirse abajo para luego perder muchas opciones de éxito en el mismo. Es por eso muy importante hacerle ver a los jugadores que esto está dentro de las posibilidades que pueden ocurrir y saber qué hacer en caso de que esto suceda.

• Se concentran también para hidratarse bien, para comer bien, para hidratarse bien.

Yo pregunto ¿Si para ellos, es necesaria la concentración, cuanto más debe será para un cristiano, que tienen misiones mucho más importantes y de reino? ¿Cuántas cosas te han distraído hasta hoy? ¿Qué te dijo Dios que hicieras y tú te detuviste por causa de alguna distracción? ¿Qué anhelo, sueño o visión te planteaste, en cuanto tiempo dijiste que harías esto o aquello, y hoy por hoy no ha pasado nada? Pues comienza a sospechar QUE TE HS DISTRAIDO.

Puedo pensar en un Pedro, dando tres pasos sobre el agua, tres pasos en lo sobrenatural de Dios, luego distrayéndose por la tormenta, para terminar hundido.

No se sienta incómodo. Les aseguro que el que les está hablando es una persona que hizo de la distracción un estilo de vida. Durante la mayor parte de mi vida (y me refiero a mi vida en Cristo, 12 años) me la he pasado distraído. He estado por otro lado de lo que Dios me pidió que haga, y todo esto, hasta hace muy poco. Sé lo que es eso, entiendo perfectamente que la concentración ha sido una muy dura prueba para mí. Tengo sueños gigantes, he soñado con cosas que jamás se han visto en este mundo, pero la distracción no me ha permitido concretarlas como se debe. Soy un hombre cargado de proyectos en Dios, pero al mismo tiempo, un hombre con muchas responsabilidades. Debo concentrarme, el tiempo ya llegó. Y está claro que es eso lo que me falta, porque las pocas cosas que he logrado hasta ahora han sido gracias a que pude concentrarme por un tiempo, y obviamente, gracias a la gran misericordia y gracia de mi Dios y Padre. Y tú también debes concentrarte para cumplir con las metas de Dios para tu vida.

¿Cuáles serían entonces lo elementos distractores? Veamos algunos. Y voy poner en primer lugar:

LA CULPA

El pecado siempre va a estar presente en nuestras vidas. Y es más, nuestro señor Jesús no solo murió por nuestros pecados pasado, sino también por nuestros pecados presentes y futuros. El problema está, en que luego de haber pecado, no damos como unas pequeñas vacaciones en las cosas de Dios, no vamos a la iglesia porque nos sentimos avergonzados, nos mantenemos al margen del ministerio, andamos como el hijo pródigo por una semana. Y yo pregunto ¿por qué dejamos pasar tanto tiempo para ir a los pies del señor y pedir perdón? ¿Por qué nos paralizamos? Lo indicado siempre es, correr a los pies de Cristo, pedir perdón, se perdonados (está en sus promesas) , ser limpiados, y luego seguir. Tampoco estoy diciendo que peques con lo mismo todos los días de tu vida y luego sigas al pie de la letra esta rutina, hasta que se convierte en un vicio. Estoy hablando de no detenernos a auto-flagelarnos por la culpa, no debernos a lamentarnos o lamernos las heridas, si mas bien, ponernos a buen recaudo y avanzar. Definitivamente la culpa es el peor elemento de distracción del cristiano.

Recuerda usted al Rey David, tirado en el piso, intercediendo por su hijo, fruto de su pecado. Dios había decidido quitarle la vida, y efectivamente lo hizo. Y después de la muerte del pequeño, el Rey David, se levantó del suelo, se lavó, se ungió y se cambió de ropa; entró en la casa del SEÑOR y adoró. Muy pronto retomó su devoción con Dios y avanzó con los planes ya establecidos para su vida. Imagínate a un David paralizado el resto de su vida por causa de la culpa. Y todos ya sabemos cómo termino sus días, lleno de gloria, de riquezas y con heredero para su trono.

LAS MALAS RELACIONES (Relaciones tóxicas)

Recuerda que Eliseo le dijo a Giezi, no hables con nadie, ni siquiera le respondas el saludo a nadie. Imagino a Giezi en el camino, quedaría como un “idiota” con los demás. “Hola Giezi!!!” y el solo mira hacia otro lado (jejejeje). Y así como debemos parecer muchas veces “idiotas” ante los demás, “antipáticos”, “antisociales”, “marginados”, o como sea que nos digan, lo importante es no perder el tiempo con gente que no nos van a ayudar a cumplir con nuestros propósitos. Una frase que escuché una vez me gustó mucho, la misma que decía “si un conversación no me edifica, simplemente NO LA TENGO”. Por eso es que la biblia dice que “las malas conversaciones corrompen la buenas costumbres”, y que “si nos juntamos con gente necia seremos pronto quebrantados”. El mundo dice que “el que se junta con lobos prender a aullar”. ¿Cuánta gente anda por ahí contaminando a los demás con pesimismo, desánimo o incredulidad. Y es tan cierto lo que dice Jesús, que “lo que sale de la boca contamina nuestro corazón”, y también dice la palabra que “un raíz de amargura en el corazón de una persona puede contaminar a los demás”.

Cuide bien con quien anda. Cuide bien su corazón, con quien se relaciona. Mire bien a quien ha escogido para casarse, porque si escoge mal, puede ser el fracaso de sus propósitos en la tierra. Hay gente que hoy está totalmente desviada de los planes y la vida de Dios, porque se relacionaron mal, se enamoraron de la persona equivocada, y ahora están pagando por esos los “platos rotos”. Revise bien sus conversaciones, lea entrelineas las intenciones de los demás, no sea tan “inocente”, la gente es mala, y el hombre por naturaleza es malo. Cuidado y después del deleite solo le queden “tragos amargos”. Y si ya está en alguna relación tóxica, míreme bien y escúcheme bien: CORTE DE INMEDIATO ESA RELACIÓN, que más vale perder un ojo o un dedo que la vida eterna.

MALOS HABITOS

Uf!!! Tantos malos hábitos que tenemos. Está bien entrar y pertenecer una red social, pero pasar todo el día conectado eso si es una enorme distracción. Hay gente que pone “y vengo, voy al baño”, todo lo hace a través del facebook, hasta oran públicamente, “Señor, bendito Dios, espero me ayudes con eso que te pedí”, ¿Cuando Dios le va contestar? Si es lo que hacemos en secreto lo que Él honra y responde.

He visto a muchachos perder la vida en manos de un video juego, pasan los mejores años ante ellos, sentados sin pestañear aferrados a esos controles. Es triste, un desperdicio enorme de tiempo, cuando el tiempo es valiosísimo los ojos de Dios. Él nos Dice que debemos aprovechar bien el tiempo, que debemos redimirlo, que debemos contar bien los días, que debemos estimar los segundos.

Para Él, cada segundo de nuestras vidas es importante. Yo tengo un frase que dice: “La miseria en la vida de una persona, no es otra cosa, que la sumatoria de tanta pérdida de tiempo”. Hay gente vaga, que duerme en el tiempo de la cosecha y que luego se queja de porqué no tiene dinero. Dios mismo dice, que ese tipo de personas, son hijos que avergüenzan a sus padres. Cambiemos esos malos hábitos y pronto veremos cumplidos los sueños de Dios para nuestras vidas.

FALTA DE PASION

Cuando uno está muy enamorado no mira ni habla con nadie, y peor si es la noche de la cita con la persona que nos quita el sueño.

En conclusión, debemos enamorarnos de Dios y su bendita obra.