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Colegio de Posgrado
Centro de Enseñanza Técnica y Superior

Maestría en Administración

Materia:
Ética y Valores Empresariales

Tarea 3:
Ensayo: La Ética en la Empresa

Alumna:
Karla Lilián Robles Mejía

Matrícula:
4851

Noviembre de 2012 el Contenido

La Ética en la Empresa 3 Referencias 8

La Ética en la Empresa

Las empresas y grandes corporativos no son más que entidades conformadas por personas que laboran con un fin en común, donde por lo general este fin es el de obtener ganancias, al mismo tiempo cada individuo trabaja buscando beneficios económicos, la realización personal, trascender y dejar un legado positivo a sus allegados, comunidad, país o incluso a la humanidad entera. Lo anterior ocurre en un mundo ideal, donde todos tienen las mismas oportunidades, mismos recursos, medios y libertad. La realidad es muy dura y desoladora pues no todas las personas gozan de estos tesoros, lo mismo ocurre con las empresas. Las nuevas tendencias económicas, enfocadas a la globalización y apertura económica hacen más difícil la igualdad de oportunidades, ya que no todos entran al campo de batalla con las mismas herramientas, tecnología, capital humano y capital económico, aunado a esto la competencia es feroz y despiadada, en la guerra simplemente se carece de ética y principios.

Todas las empresas están guiadas por convicciones éticas y morales muy propias, los cuales son un reflejo de los dueños o empleadores, a mayor grado, y empleados. Esto implica diferencias abismales entre una organización y otra pues cada una, como un ente, posee principios éticos diferentes entre unas y otras empresas. Guillen (2006, p.217) hace una clasificación de las empresas éticas, señalando la existencia de cuatro tipos basándose en su grado de ética aplicada: las no éticas, las cuales carecen de principios éticos y harán lo que sea necesario para reducir costos e incrementar sus ganancias. Otro tipo son las empresas cumplidoras, son las que acatan las normas y leyes establecidas y que cumplen con normas profesionales, no buscan fomentar la ética más allá de lo establecido. En tercer lugar están las empresas éticamente sensibilizadas, las cuales ven la ética no como una obligación o imposición sino que la ven como un medio para lograr un bien, por último están las empresas éticamente excelentes que se esfuerzan en contribuir en el desarrollo integral humano de manera constante.

De unos años para acá, hemos venido escuchando el término “Empresa Socialmente Responsable”, lo hemos escuchado en las fuertes campañas publicitarias de las empresas, ahora resulta que todas las grandes corporaciones se ponen el estandarte de ser empresas responsables con la sociedad. ¿Qué tan socialmente responsable puede ser una compañía que se dedica a la venta de bebidas azucaradas, carbonatadas de un color negro azabache que no muestra en su etiqueta ningún tipo de advertencia contra la salud y que permiten su venta en escuelas en el país con el índice de obesidad infantil más alto del mundo? La responsabilidad social entonces no precisamente significa que la empresa sea ética, más bien la responsabilidad social de la empresa está sujeta al escrutinio de la ética. La empresa vive gracias a la sociedad y es ella a quien le debe su existencia y razón de ser, resulta lógico que la empresa le deba una retribución a la sociedad. La empresa para ser socialmente responsable debe de buscar la solución de algún problema social como: la pobreza, hambruna, obesidad, cáncer, la contaminación, pérdida de flora y fauna, problemas que incluso pueden ser causados por las empresas mismas. ¿Se trata entonces de reparar el daño? No, se trata de buscar la solución del problema, implementarlo y compartirlo para que los demás también lo hagan, todo ello de manera constante.

Pareciera que lo que se ha planteado aquí es solo una fantasía que solo ocurre en los cuentos de princesas y caballeros, pero aún quedan pruebas destellantes de que la ética, la virtud, la empresa rentable y el éxito pueden converger. En la comarca catalana de la Garrotxa, en España, existe una empresa extraordinaria que surgió de la vocación de un hombre comprometido con su comunidad y no precisamente famoso por descubrir el Nuevo Mundo sino por la creación de una empresa socialmente responsable que cuida y da trabajo digno a personas con algún grado de discapacidad mental, el es Cristóbal Colón quien después de trabajar varios años en un hospital psiquiátrico buscó darle más sentido a la vida de sus pacientes sacándolos de la monotonía y dándoles la oportunidad de ser útiles. La Fageda hoy en día es una empresa reconocida, rentable y exitosa y no por la lástima o compasión que la situación de sus empleados podría generar sino porque realmente es una empresa rentable que produce productos de alta calidad.

Por otra parte, día a día dentro de la empresa se toman decisiones grandes o pequeñas, relevantes e irrelevantes, decisiones que pueden afectar a muchos o a pocos pero sea cual sea el tamaño o consecuencias que una decisión conlleva, ésta siempre estará acompañada implícitamente de la ética. Una decisión siempre lleva consigo una decisión ética pues desde decidir quién será el proveedor de un tornillo requiere cumplir con acuerdos contractuales, como el pago y entrega de mercancía en la fecha acordada. Muy a menudo el empresario no logra convencerse de los beneficios que el ser ético implica, y cae en el error de evaluar una decisión, precisamente, por el beneficio económico a corto o mediano plazo que un negocio pueda darle sin pensar siquiera en las implicaciones éticas que este pueda llevar. El beneficio más grande de la ética empresarial radica en las mayores posibilidades de la empresa a ser viable y rentable en el largo plazo, es decir, la sustentabilidad.

Otro aspecto, en cuanto a la toma de decisiones, es el desarrollo de la virtud. Tomar decisiones no es fácil, requiere liberarse de la tentación del beneficio propio mediante un esfuerzo habitual con la finalidad de mejorar y hacer el bien, lo anterior no es más que la definición de virtud, las buenas decisiones y actos elevan las virtudes y se entra en un círculo ascendente de mejora, sin embargo, lo mismo ocurre cuando las decisiones y forma de actuar van contra la ética y la moral, en este caso la espiral es descendente convirtiendo al sujeto en un ser corrupto con la capacidad y posibilidad de contagiar a sus allegados.

Las decisiones cotidianas van construyendo o destruyendo al ser y a su entorno, esto dentro de una empresa es determinante pues la naturaleza del ser humano es la de adaptarse al medio y la de imitar lo que ve y lo que la mayoría hace. Tomando en cuenta esta premisa, un ambiente laboral corrupto no hace más que contagiar a los involucrados, como el cáncer, se esparce ferozmente en la empresa y sus colaboradores. Afortunadamente siempre existe el otro lado, en un ambiente laboral sano, de cooperación y crecimiento fraternal, de confianza donde los que prestan sus servicios lo hagan con entusiasmo y motivación se contagiaran unos a otros y estarán en un círculo virtuoso de mejora continua.

En una de las lecturas se plantea esta pregunta: ¿Qué es mejor, hacer una injusticia o recibirla? Sin dudarlo un instante resolví que hacer una injusticia o perjudicar a alguien es, por mucho, peor que recibirla por más dolorosa que esta sea. Una decisión mal tomada, por seguridad perjudicará a alguien más y automáticamente el que toma la decisión se convierte en un injusto tirano y el inocente en una víctima. El decisor, después de cruzar esa línea, ahora es un ser que dudará en menor grado volver a tomar una decisión perjudicial hacia otros, iniciando así una transformación negativa. Un líder, jefe o empresario, que de forma diaria efectúan decisiones en un entorno corrupto, como lo es en México, globalizado y competitivo corren el riesgo inminente de caer en el juego sucio, muchas veces en contra de su propia voluntad, a costa de amenazas o castigos, incluso por la supervivencia del negocio. La situación es compleja y aterrorizante pero no se debe de perder de vista que la virtud, precisamente, se forja oponiendo resistencia a las tentaciones y maldad.

Por otro lado, los motivadores o el fin buscado de una decisión empresarial tiene tres elementos. Estos elementos pueden o no presentarse en manera conjunta o en combinación. El primer resultado es el extrínseco, que es el que la empresa otorga en forma de remuneración, premios, reconocimientos, ascensos, es la búsqueda de lo material. El resultado intrínseco es el que se produce en la persona misma como la satisfacción, el aprendizaje y desarrollo de nuevas capacidades y habilidades. Por último, el resultado que beneficia a otras personas aunque esto signifique, por ejemplo, un trabajo mal remunerado es decir, se busca la trascendencia. Y así como hay tres tipos de motivaciones también hay tres puntos de vista en los cuales las decisiones deben de ser evaluadas para determinar si la decisión es mala o buena: la eficacia, atractividad y consistencia. La primera se refiere a que si se generan los resultados extrínsecos esperados, por ejemplo, ganancias suficientes. La atractividad se refiere a la satisfacción y a herramientas o conocimientos adquiridos que hacen mejor al sujeto en cuestión y lo preparan para el futuro y por último, la consistencia que se describe como las relaciones que se generen entre el empleado y el empleador sigan vigentes con el tiempo y que a su vez se sigan mejorando e incluyendo más agentes.

Para el éxito integral de la empresa la ética debe de aplicarse desde adentro hacia afuera, siendo el alma de una empresa su gente, sus empleados, la empresa debe de propiciar un ambiente laboral digno, de crecimiento profesional y personal, brindar estabilidad y seguridad laboral a sus empleados. La creatividad y productividad florecen en un ambiente laboral de este tipo, sin embargo, regresando a la realidad, es raro encontrar empresas que brinden este entorno, más preocupante aun es ver que ante una crisis económica siempre los primeros abatidos son los asalariados y sus familias. Resulta desconcertante que las empresas e inversionistas prefieran dejar sin sustento a familias enteras a ver reducidas sus ganancias, pensiones y dividendos, la crisis, simplemente, no existe para ellos, es una leyenda urbana más.

Actualmente está muy en “voga” el tema de las reformas laborales, siendo el argumento la competitividad global y la generación de empleos, pues este tipo de reformas promueven la flexibilidad laboral, la cual significa la eliminación de sueldos y salarios fijos, flexibilización de las jornadas laborales, contratos por periodos cortos de tiempo, eliminación compensaciones por despidos injustificados, subcontratación, outsourcing, teletrabajo, incluso la eliminación de prestaciones y beneficios para el trabajador, dejándolo con una situación de inestabilidad laboral inminente, esto es una estocada a la ética empresarial. El gobierno se justifica con el pretexto de la globalización y competitividad, pero qué necesidad hay para que una madre de familia descuide a sus hijos por “un dinerito extra” cuando un salario que alcance para mantener a una familia y proveerla de las necesidades más básicas, se encuentra precisamente dentro de la definición de trabajo digno.

La pregunta que muchos se hacen es, ¿Hasta dónde llega la responsabilidad de una empresa? Una empresa de excelencia ética que subcontrata los servicios de una empresa en China que explota a sus trabajadores de la manera más infame ¿se le puede seguir considerando ética? Una empresa intachable, que cuida de sus trabajadores otorgándoles salarios dignos, reconocimiento, ambiente de trabajo envidiable, cumple las leyes, paga todos los impuestos, es responsable socialmente, cuyas materias primas son compradas a un proveedor que las obtiene mediante la destrucción de flora y fauna en regiones lejanas ¿sigue siendo una empresa ética? ¿Dónde inicia la responsabilidad de una empresa y donde termina la de otra?

Ética, en su definición mas condensada, es actuar en forma correcta y evitar el mal. En las empresas sería ser rentable actuando de forma correcta evitando el mal. Desde la implementación del capitalismo, son muchos los efectos negativos, como la concentración de la riqueza, pobreza extrema, arrase de recursos naturales, contaminación, todo esto en nombre del progreso y la generación de riqueza para unos cuantos. El capitalismo parece ser el único esquema económico que ha funcionado hasta ahora, el socialismo, comunismo y demás corrientes ideológicas son vistas como el demonio mismo, cuando en realidad es la falta de ética la que ha hecho que los sistemas colapsen. El capitalismo, por si solo no puede proveer de bienestar y seguridad habría que convertirlo a “Capitalismo Ético” de esta forma los países más ricos, efectivamente, buscarían el bienestar de los países menos afortunados ayudándolos e impulsándolos a su desarrollo integral propiciando el beneficio mutuo.

La realidad es que vivimos en una sociedad en la que todo y todos nos causan desconfianza, caminamos, manejamos y nos dirigimos a la defensiva cuidándonos de que otros no nos dañen o perjudiquen. ¿Por qué? Si la ética busca evitar el mal y propiciar beneficios y crecimiento propios y hacia los que nos rodean. Entonces, esto significa que vivimos en una sociedad inmersa en la falta de ética por defecto.

En el aquí y ahora, la ética ya no es una cuestión opcional, ya no se puede seguir dejando olvidada pues de eso depende el éxito y viabilidad de las empresas, de no ser así, tarde o temprano el amigo corrupto traicionará, el empleado explotado se irá e incluso saboteará, el empresario mañoso dará su último golpe y el vaso se derramará. En casa se nos enseña precariamente a distinguir entre el bien y el mal, utilizo la palabra precaria pues si nuestros padres se manejan de manera poco ética por seguridad heredaremos de ellos algunas conductas similares, esto simplemente porque ellos mismos vivieron y crecieron en un ambiente con las mismas condiciones. En la etapa de educación institucional se hace poco énfasis en la importancia de las asignaturas relacionadas con la ética y civilidad, éstas son consideradas como una forma de rellenar la agenda escolar y que se quitan y se ponen en cada ciclo escolar a placer.

Vivimos aprendiendo del ambiente que nos rodea, muchas veces sin darnos cuenta de que cierta acción que hemos llevado a cabo un sin número de ocasiones perjudica a alguien más, es invisible para nosotros y no es hasta cuando nos damos cuenta que ese delicioso bistec jugoso y carnoso proviene de un inocente animal torturado y humillado desde el primer día de su existencia y que es él quien hace el más grande sacrificio por nosotros sin siquiera notarlo o tomarlo en cuenta.

En conclusión, la ética y la moral juegan un rol importantísimo en la cotidianeidad, desde llegar a tiempo a la escuela y trabajos, conducir nuestros autos respetando las reglas de tránsito, dirigirnos y comunicarnos con las personas que nos rodean con la verdad genuina, no basta con solo evitar el mal sino que en estos tiempos debemos de ir mas allá buscando hacer el bien, la famosa obra buena del día a su máxima expresión venciendo la apatía, pereza o el temor de invertir un poco de nuestro tiempo y dinero. Dentro de la empresa no es diferente, la empresa o el trabajo es donde pasamos gran parte de nuestro tiempo, rodeados de personas con distintas formas de pensar, con diferentes objetivos y motivaciones, todo esto representa nada más y nada menos que la oportunidad de crecer y adquirir conocimientos en conjunto, compartiendo y tomando lo mejor que cada persona puede aportar al equipo, así obtendremos un ambiente armonioso e impulsor del ser humano.

Referencias

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