El sentido de la vida
Cioran-vs-Frankl

Se encontraban dos amigos hablando de la vida, discutiendo de sus propósitos y sus objetivos, hasta que uno de ellos, deprimido, confiesa el poco valor que le ve a ésta. Éste es el punto de partida para la discusión entre los dos amigos, uno de ellos hastiado de la vida y la otra, esperanzada, tratando de ayudar a su compañero.

Daniel: Ya no espero nada de la vida, me he dado cuenta que la vida no vale nada. ¿De qué vale tener ese optimismo si la vida es toda sufrimiento, si los ojos no fueron hechos para ver sino para llorar?[1] .La sociedad nos impone unas normas, una rutina y unas prohibiciones que, sinceramente, si me preguntas, prefiero no vivir que vivir así[2]. No le veo el sentido a levantarse todos los días, ir a trabajar con toda la rutina y esperar a que te conviertan en una máquina durante toda la jornada y después, siguiendo con la rutina, volver a tu casa para prepararte a trabajar el otro día[3].

Alejandra: Ese pesimismo en el que has caído me tiene preocupada Daniel, ya no crees en la libertad, no crees en nada. El ser humano tiene libertad de escoger Daniel, así no te convenza, el hombre está compuesto por el cuerpo, la mente y el espíritu. Este último, trasciende más allá de lo material, es por eso que no se rige por las limitaciones de lo tangible. Este espíritu es lo que eleva al ser humano y le da la libertad que tú no reconoces, así como también le da voluntad para elegir a su parecer.[4]

Daniel: No estoy de acuerdo contigo amiga, yo no siento la libertad en ninguna parte, a veces pienso que bueno sería tener esa anhelada quimera y romper las cadenas, pero me doy cuenta de lo irreal de mi pensamiento. Por más que lo quiera, si sigo vivo tendré que comer, tendré que vivir bajo un techo seguro y esto me demuestra cada día que el hombre está condenado a no ser libre, tal vez Sartre estaría pensando en otra cosa cuando dijo lo contrario. La única solución para ser libre es la muerte[5], aquí es cuando me doy cuenta que esta vida esta plagada de porquerías, que es un sinsentido levantarse y vivir en la rutina, me doy cuenta que la vida carece de valor.

Alejandra: Ya me estás preocupando diciendo que la muerte es la única solución a la falta de libertad, aunque te puedo decir que disiento contigo de nuevo después de ver tu argumento. Daniel, el humano ha perdido dos cosas en la historia de su existencia. Primero, a dejado de ser un animal para pasar a la racionalidad, así que ha perdido el instinto distintivo que tiene el animal. Segundo, ha perdido las tradiciones que le servían de contrafuerte a su conducta. Estas dos le imponen una obligación al humano contemporáneo, la pérdida de instinto lo obliga a elegir por su propia voluntad y ya no tiene tradiciones que le diga qué debe hacer[6]. Es por esto que el humano ya está solo en el mundo y tiene que elegir por su propia cuenta, así que no estoy de acuerdo con tu solución a la falta de libertad, no deberías contemplar el suicidio.

Daniel: Puede que tengas un buen punto con lo del instinto y la tradición, es verdad que eso ya quedó atrás en la historia del hombre, pero me parece que tengo un buen punto que desearía ver como me lo responderías. Te tengo que confesar que me hubiera gustado ser un animal, no importa el que fuera…. Un animal sólo sigue sus instintos, sólo existe[7], no se preocupa del mañana ni se preocupa de lo que será de él si no trabaja en la mañana o si no consigue una esposa. ¿No crees que el ser humano, al tener tanto de qué preocuparse cae en un hastío y un sinsentido inigualable?

Alejandra: Me alegra que ya estés ablandando tu posición amigo mío, ¿Ya ves que el hombre si puede elegir y que si tiene libertad?, veo que aunque no te he convencido del todo, lo puedo hacer fácilmente, mira: El ser humano, al separarse del animal, tiene como consecuencia una mayor responsabilidad, ya que es consciente de sus actos y de su capacidad de elegir, así como es consciente de su propia vida. El ser humano puede pues percibir si su vida contiene un vacío, lo que llamamos nosotros, los que aplicamos la logoterapia, como vacío existencial. Este vacío existencial es resultado de una pérdida del sentido de vida[8], que puede ser llenado de varias formas. Es claro que no se puede generalizar y decir cual es el sentido de vida de todos los humanos, simplemente cada vida es un mundo diferente y cada hombre debe tener un sentido de vida diferente[9]. Lo que veo en ti Daniel, es que tu sentido de vida está perdido, no lo encuentras y por eso te encuentras en un vacío existencial típico, el cual se expresa siempre en un hastío y un tedio.

Daniel: Bueno, tengo que admitir que es muy interesante tu punto de vista, nunca lo había pensado así. De pronto tú tengas razón, tal vez no he encontrado mi sentido pero, ¿Cómo encontrarlo, con qué me puedo identificar para ponerle un sentido a esta vida?¿Acaso no debería tener yo el derecho de este hastío luego de una vida miserable, sin sentido alguno?

Alejandra: Bueno, el sentido de vida es muy diverso, hay muchos distractores, pero se puede encontrar por medio de tres formas: realizando una acción, alcanzando unos valores actitudinales o teniendo un principio[10]. El primero es claro Daniel, realizar una acción es completar unos proyectos que te puedes proponer, como ayudar a los pobres, escribir un libro, etc. El segundo ya es más complicado, se refiere a alcanzar virtudes como la compasión, la valentía, etc. Y el tercero es el uno de los medios más comunes para alcanzar el sentido, se refiere a tener un principio, que se encuentra muy comúnmente relacionado con el valor hacia otra persona, es decir, el amor.

Daniel: Bueno, la verdad es que no tengo ninguna de las tres que me acabas de decir, es decir, mi trabajo lo detesto, no poseo ninguna virtud y mucho menos alguna persona a quien amar aparte de mi madre. Pero bueno, parece que me has convencido, dejaré este tedio y me propondré a alcanzar el sentido de la vida, gracias por ayudarme a darme cuenta de esto, tal vez la búsqueda del valor experiencial[11] no tiene que durar mucho tiempo, creo que nunca había estado tan cerca de mí con esta conversación.

Palabras: 1116

Bibliografía • FRANKL, V.E. El hombre en busca del sentido. ED Herder. España. 1999. • CIORAN, E.M. Breviario de Podredumbre. ED Punto de lectura. España. 2004. • URL:. Fecha de consulta:26-02-2006. • URL: . Fecha de consulta: 25-02-2006.

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[1] , E.M. Breviario de Podredumbre. ED Punto de lectura. España. 2004. Pág 186
[2] URL:. Fecha de consulta:26-02-2006
[3] Ibíd.
[4] URL: . Fecha de consulta: 25-02-2006
[5] URL:. Fecha de consulta:26-02-2006
[6] FRANKL, V.E. El hombre en busca del sentido. ED Herder. España. 1999. Pág 150
[7] URL:. Fecha de consulta:26-02-2006
[8] FRANKL, V.E. Op cít. Págs 149-151
[9] Ibíd. Pág 153
[10] Ibíd. Pág 156
[11] Vivenciar algo o a alguien que valoramos, un medio para alcanzar el sentido de vida.