El Sagrario

Todos sabemos que el Sagrario es el lugar en el que se encuentra Jesús dentro de un templo. Pero es más que eso, es historia y tradición cristiana y podemos rastrear sus primeros indicios en la Biblia. Para ser más exacto en el Éxodo. Por eso, antes de empezar con el tema principal vamos a dar sus antecedentes históricos.

En ese entonces era mejor conocido como el Tabernáculo. Éste fue un santuario construido por los Israelitas cuando fueron liberados de Egipto y servía de lugar de adoración a Dios. Cuando Moisés sube al monte para hablar con Dios, Él le da las especificaciones (Éxodo 25 hasta el 40) de cómo quería que fuera el lugar donde se le iba a ir a adorar. “Di a los hijos de Israel que tomen para mí ofrenda: de todo varón que la diere de su voluntad, de corazón, tomaréis mi ofrenda”(1). Estaba compuesto de varias partes. Primero tenemos el Atrio, que era lugar de alabanza. En el mismo se encontraba un altar de bronce en el que se hacía el sacrificio de un cordero y la confesión de los pecados, también había un lavacro que representaba pureza. En segundo tenemos el lugar santo que contenía un candelero de oro, un altar de incienso y una mesa con 12 panes. Más allá se encontraba el lugar santísimo que protegía las Tablas que contenían los Diez Mandamientos, la vara de Aarón y maná dentro del Arca de la Alianza. Para este entonces, faltaban años para que naciera Jesucristo y por consecuencia no había lo que es la misa. Es en su última cena que cuando reparte el pan y da de beber del vino se forman las bases para celebrar la misa que conocemos el día de hoy y por consecuencia el sagrario que existe hoy en día.

Los primeros cristianos guardaban la Biblia y la Eucaristía en el Sagrario porque era tal su veneración por ambas. Hoy es lugar exclusivo para el cuerpo de Cristo.

Yo soy el Pan vivo bajado del cielo, el que coma de este pan vivirá para siempre (Juan 6, 51). En esta cita se puede apreciar que el cuerpo de cristo siempre está con nosotros y se encuentra en su casa (la Iglesia), dentro del sagrario, es por eso que al entrar a la Iglesia lo primero que se debe buscar es el Sagrario y hacer una reverencia para saludar al cuerpo de Cristo y poder recibir su Cuerpo.

Yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo (Mt 28, 20). Jesús se quedó en la forma de pan y vino. Una vez consagrado el pan y convertido en el cuerpo de Cristo, él se queda con nosotros como compañero y amigo, ya que al hacer el milagro de la Consagración Él no puso límite de tiempo, simplemente dijo: “este es mi cuerpo”. El pan y el vino se encuentran dentro del Sagrario.

La Eucaristía nos enseña que Jesús está en el Santísimo Sacramento del altar con su cuerpo, alma, sangre y Divinidad. Después de la consagración del pan y del vino, nuestro Señor Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, está contenido verdaderamente, realmente y substancialmente bajo la especie de aquellas cosas sencillas.

En la procesión del Corpus Christi, como hemos dicho, acompañamos al Resucitado en su camino por el mundo entero. Precisamente al hacer esto respondemos también a su mandato: "Tomad, comed... Bebed de ella todos" (Mt 26, 26 s). La finalidad de esta comunión, de este comer, es la asimilación de mi vida a la suya, mi transformación y configuración con Aquel que es amor vivo. Por eso, esta comunión implica la adoración, implica la voluntad de seguir a Cristo, de seguir a Aquel que va delante de nosotros.

La noche antes de que Jesús fuera a morir en la cruz, se reunió con sus 12 apóstoles a cenar, y ahí convirtió el pan en su Cuerpo y el vino en su Sangre, para poder quedarse siempre con nosotros, y les dijo a sus apóstoles: "Hagan esto en memoria mía. Desde entonces en todas las misas, el momento principal es el de la consagración, que es cuando el pan y el vino se convierten en el cuerpo y la sangre de Jesús, que es lo que comemos cuando vamos a comulgar para que Jesús entre en nosotros, llegue a nuestro corazón y nosotros nos podamos parecer a Él y amar como El. Así, quien recibe a Jesucristo, se une a Dios y a sus hermanos. Así fue como Jesús decidió quedarse con nosotros para siempre.

El sagrario atrae los corazones de quien aman a Jesús. San Francisco de Sales describe al sagrario como un imán. “Cuando un alma no es atraída por el imán de Dios se debe a tres causas: o porque ese hierro está muy lejos; o porque se interpone entre el imán y el hierro un objeto duro, por ejemplo una piedra, que impide la atracción; o porque ese pedazo de hierro está lleno de grasa que también impide la atracción”. A lo que también da la solución: “Que el alma alejada haga el esfuerzo del hijo pródigo: que vuelva a Dios, que dé el primer paso a la Iglesia, que se acerque a los Sacramentos y verá cómo sentirá la atracción de Dios, que es misericordia”. La atracción que el sagrario logra está llena de amor, cariño, bondad y comprensión.

San José María Escrivá se refiere a la atracción del sagrario como algo tan fuerte que no se puede evitar entrar y dialogar con Jesús que se encuentra en cada sagrario. Ese es el sentimiento que debemos de tener todos ante el sagrario. Debemos desarrollar la costumbre de ir a visitar el sagrario simplemente para fomentar nuestra relación con Jesús. Tenemos que aprender a ser menos indiferentes y dedicarle tiempo de nuestro día a fortalecer esta relación que es sumamente importante. Jesús abandono su lugar en el cielo para bajar a la tierra y estar con nosotros, y ahora lo que hace es esperarnos en el sagrario.

El sagrario no solo es el lugar donde se conserva la eucaristía, más bien es donde podemos encontrar a Jesús. Es claro que extrañamos la presencia y la palabra humana de Él, pero esta es la manera de ejercitar la fe. Como sabemos que Jesús siempre va a estar con nosotros, esta es la forma de aumentar nuestra fe en la eucaristía y seguir sintiéndonos cada vez más cerca de Él.
Sagrario de la capilla de la Universidad Panamericana campus Guadalajara.
Sagrario de la capilla de la Universidad Panamericana campus Guadalajara.

http://www.marialuzdivina.com http://es.catholic.net/biblioteca http://www.rosario.org.mx/doctrina/ (1) Éxodo 25:2

UNIVERSIDAD PANAMERICANA
CAMPUS GUADALAJARA

El Sagrario

Carolina Barba Ibarra
Sergio Cesaretti Soto
Sofía Cevallos Escobar
Lucano Franco Zazueta

ADMINISTRACION Y FINANZAS
Teología
5° semestre
Prof. Ivonne Manzano

Noviembre 2011