En el presente trabajo trataré las experiencias más significativas durante mi servicio social así como el aprendizaje obtenido y las habilidades desarrolladas posteriores a su ejecución.

La experiencia más significativa en mi formación ciudadana Determinar cuál ha sido la experiencia más significativa en mi formación ciudadana representa todo un reto para mí; creo que lo que contribuyó a que tuviera una verdadera experiencia fueron la combinación de todas ellas. Cada una me aportó aprendizajes diferentes con enfoque en competencias ciudadanas específicas comparado con las demás. Mientras que unas fomentaban el respeto hacia la diversidad, otras enriquecían mi perspectiva social y me alentaban a buscar el bien común. En este sentido de interrelación entre las competencias ciudadanas y las experiencias que tuve en el Tec de Monterrey y tener para el presente trabajo elegir la experiencia más importante, elegiré aquella que logró tener una aportación mayor en cada de las competencias y en específico en mi desarrollo como persona. Otra de las razones por las que elegí esta experiencia es porque fue la que más logró sensibilizarme en un contexto acelerado de vida y me permitió reflexionar sobre lo que es verdaderamente valioso para la vida humana; la experiencia que considero que fue la más significativa de mi servicio social ciudadano es cuando fui parte del equipo colaborativo del Cree Santa Mónica. Esta institución es una escuela para personas con algún tipo de discapacidad. Durante los seis meses que estaría trabajando tendría que asistir una vez a la semana a la escuela y ayudar a los niños en las últimas actividades del día (excluyo el proyecto de la creación de redes sociales para lograr una mayor captación o promoción de dicha escuela), a lo largo del día tendría la oportunidad de convivir con las personas y de ir aprendiendo sobre sus intereses, preferencias y gusto de muchos aspectos. Al mismo tiempo interactuaba con las maestras quienes enriquecían mi conocimiento sobre cómo aproximarme a las personas, cómo entenderlas y mejor aún ampliaban mi mentalidad a tal grado que hoy tengo una perspectiva social mucho más amplia, tolerante y respetuosa encaminada a buscar la justicia social y el bien común. La problemática a la que atendí a lo largo de mi servicio comunitario fue la de participación de la sociedad civil y justicia social y derechos humanos. En este sentido puedo decir que lo que buscaba el Tec de Monterrey a través de éste proyecto era hacer que los estudiantes participaran activamente en la sociedad e impulsaran el desarrollo y respeto de los derechos humanos en el país. Recalco la palabra activamente porque muchas veces nos involucramos a través de campañas como el Teletón o el Redondeo pero lo hacemos a un nivel superficial sin embargo, a través de

esta experiencia viví lo que es ser una persona con discapacidad. Esta problemática de tipo social, cultural y hasta educativa que vivimos en el mundo necesita de un cambio urgente. Consideraría que es de carácter social puesto que afecta a las personas con discapacidad que viven en la sociedad y la interacción de las demás personas con ellas. De tipo cultural dado que en México vemos a las personas con discapacidades como enfermos y los estereotipamos con cierta lástima como: “enfermitos”, “retrasado” o “invalido”. Debemos aprender que la discapacidad es una condición de vida y que, aunque puede derivarse de alguna enfermedad o accidente, no se cura. Y por último de carácter educativo porque hace falta fomentar en cada uno de los individuos empezando por las escuelas que se debe tener una postura de respeto y tolerancia, en pro de los derechos humanos, antidiscriminatoria de forma que propicie la eliminación de las limitaciones sociales que hoy enfrentan las personas. Pese a que en México se ha tratado de difundir una cultura de respeto y tolerancia hacia la diversidad todavía falta mucho por hacer respecto a la búsqueda del bien común, la justicia social y la promoción de los derechos humanos. En México se vive un ambiente de intolerancia o discriminación hacia las personas que tienen algún tipo de discapacidad dado que tristemente viven en una situación de constante exclusión y marginación. Atendiendo a la Encuesta Nacional sobre la Discriminación llevada a cabo por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONARPRED) y la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) en el 2005, alrededor del 90% de las personas que se encuentran en este grupo (personas con discapacidad) rectifica haber sufrido algún tipo de discriminación derivado de su condición, de igual forma más de la mitad (52%) cree que sus derechos no han sido respetados (Coalición por los derechos de las personas con discapacidad, n.d.). Sabiendo lo anterior y a través de mi experiencia me he podido percatar de las barreras que enfrentan las personas con discapacidad y son asistir a la escuela, desempeñar un trabajo, tener una pareja o formar una familia. Por lo que, mi propuesta de solución ante esta problemática está enfocada en la parte educativa y laboral. Lo que propongo es garantizarles el acceso a educación normal de calidad como complemento a la educación especial así como el otorgamiento de empleos con sueldos dignos y remunerativos en un sentido que potencialicen sus capacidades de forma que se logre difuminar la raya de la marginalización. Creo que el impacto de esta experiencia es bastante grande pues ahora promuevo activamente los derechos de

las personas con discapacidades y busco difundirlos con las personas que no están familiarizados buscando una cultura de igualdad. Como última reflexión me gustaría añadir la siguiente interrogante: ¿Cuántas personas con discapacidad vemos en nuestros salones de clases, en las instalaciones de la universidad y en forma general en la vida rutinaria? Tenemos que desarrollar la cultura de inclusión en la educación y en la vida laboral. No significa nada más darles una silla para sentarse en un salón de clases, sino proporcionarles lo materiales y el apoyo necesario para lograr que mejoren su condición de vida a través del aprendizaje. “La formación ciudadana” No puedo mencionar un suceso específico que me haya llevado a desarrollar una habilidad adicional porque como lo he enfatizado en los párrafos anteriores más bien creo que el desarrollo de mis competencias son producto de la interacción de cada una de mis experiencias porque creo que si las evaluara individualmente no habrían logrado ejercer el mismo impacto en mí. Lo que verdaderamente contribuyó a hacer de esta toda una experiencia positiva fue el hecho de la constante convivencia y la comunicación con las maestras de la escuela quienes iban de la mano conmigo y me ayudaban a entender todas y cada una de las reacciones de las personas. En este sentido era la parte psicológica y emocional de las personas con discapacidad. Me enseñaban cómo ponerme en su situación para poder entenderlos y ayudarlos. En múltiples ocasiones alguna de estas personas con discapacidad reaccionaba negativamente y hacía difícil poder seguir con las actividades con los demás. Entonces para poder encontrar otra vez el orden y no más caos (muchas veces era como una reacción en cadena y todos se alteraban al mismo tiempo) tuve que buscar la forma de llegar a ellos y cambiar su reacción a positiva. Este proceso fue bastante demandante para mí, la mayoría de las veces me frustraba y desesperaba porque a mí no me parecían lógicos ciertos comportamientos y/o la manera de manejarlo pues las personas con discapacidad no ven las cosas de la misma forma que el común denominador asumiría como obvias. Entonces lo que hacía era ponerme en sus zapatos, llenarme de paciencia, empatía y mucho amor para en primer lugar tranquilizarlos haciendo lo que me pedían, y en segundo lugar buscando la forma de acoplar la obviedad a su modo de aprendizaje/entendimiento y así lograr corregir dichos comportamientos para al final llevarme la satisfacción de haber podido resolver el conflicto. Al principio esta tarea era muy difícil y me tomaba mucho

tiempo, pero con el paso del tiempo fui aprendiendo a dominarla y a desarrollar más y mejores habilidades para poder solucionarlas. Y estas habilidades se volvieron parte de mi actuar diario de forma que es como si conviviera con cualquiera de mis compañeros. “La trascendencia de la formación ciudadana” Esta experiencia trasciende más allá del aprendizaje que cualquiera de mis clases de perspectiva me pudo haber otorgado. Desarrolló en mi conocimientos que si bien los tenía se encontraban limitados. Por ejemplo, antes pensaba que en sus escuelas ahora se que las personas con discapacidades también pueden aprender y no sólo eso sino que también se que son inteligentes, conocí a más de uno que me hacía pensar con sus preguntas. Aunque desde niña mis papás sembraron en mí como valor principal el respeto hacia los demás como base para la convivencia, previo a esta experiencia no sabía como aproximarme a las personas discapacitadas y en ocasiones de caos entraba en pánico quedando totalmente inmóvil sin embargo, hoy puedo decir que soy mucho más paciente y mucho más tolerante. Estoy consiente de que puedo ver más allá de las discapacidades y más hacia la parte humana de otras personas. La mayoría de las veces que llegaba al Cree llegaba con algún tipo de frustración o preocupación y al cabo de las dos horas me había olvidado por completo de ellas sobre todo de aquellas sin relevancia alguna. Creo que convivir con personas con capacidades diferentes te hace pensar diferente, reordenas tu jerarquía de prioridades y valores. Mi perspectiva social es mucho más amplia y proactiva, ahora promuevo en mi vida diaria los derechos y la integración de todas las personas sin importar su raza, discapacidad, edad o nivel socioeconómico. He aprendido a poner las necesidades de los más vulnerables por delante te las mías que no son trascendentes o importantes. He logrado crear conciencia sobre esta problemática en el sentido que si alentamos la discriminación hacia estos grupos sólo agravamos el problema y no le damos solución. Tenemos que buscar la manera de crear conciencia solidaria con los que se encuentran en una posición de desventaja o discapacidad de forma que los involucremos activamente en la inclusión de las personas con discapacidad a la vida en sociedad. Lo más importante que aprendí es que debo tratar a todos por igual pues su condición sólo representa que necesitan de cierto tipo de apoyos y no que son diferentes a mí. Debemos reflexionar sobre la problemática y buscar la manera de

involucrarnos más en el tema para así evitar aunque sea justificado por la falta de conocimiento, violar sus derechos y ser actores involuntarios de esta gran problemática social. Por último quisiera incorporar n el pensamiento de la organización Coalición México por los Derechos de las Personas con Discapacidades (n.d.) y dejarlo como pauta para futuras reflexiciones: “Nosotros somos quienes, a través de nuestras dinámicas afectivas, políticas, económicas, sociales y comunitarias, damos vida a los fenómenos sociales, como la discriminación. De la misma forma, en nuestras manos está la posibilidad de hacer efectiva su inclusión, informándonos y cambiando nuestra actitud de la conmiseración a la plena aceptación del potencial que guarda dentro de sí cada una de las personas con discapacidad”.

Bibliografía Coalición por los derechos de las personas con discapacidad, n.d. La discapacidad, un tema que concierne. [Online] Available at: http://coalicionmexico.org.mx/discapacidad1.html [Accessed 1 September 2013].