Papel de la mujer en la empresa
“Mediante el trabajo, ha sido como la mujer ha podido franquear la distancia que la separa del hombre. El trabajo es lo único que puede garantizare una libertad completa.
Simone de Beavoir
Fue grande el periodo de tiempo donde el trabajo de la mujer era considerado como indigno fuera del hogar, es decir, se tenía la idea de “Los hombres al campo y las mujeres al hogar”, por lo que las mujeres tuvieron que luchar por mucho tiempo ante esta problemática, es decir que se pretendía alcanzar una igualdad de derechos en los distintos ámbitos que marcaba la sociedad.
Así pues a las mujeres generalmente se les enviaba desde corta edad a aprender un oficio para el trabajo en el hogar donde las retribuciones eran mínimas o casi inexistentes, por lo que se puede decir que las mujeres vivían en un ámbito social dominado o manejado por el hombre.
Puesto laboral de la mujer en base al género
Fue hasta el siglo XIX con la llegada de la Segunda Guerra Mundial que se encuentra participación de las mujeres fuera del ámbito hogareño. Estimados dignos o aceptables fueron la docencia y la enfermería donde se cumplía un rol similar al de una madre dentro del hogar porque se consideraba que estaban capacitadas para cuidar y dar amor, ya que hasta la fecha el concepto que se tiene de la mujer es de protectora que suele llevar consigo el sentimentalismo como una de sus más grandes características.
Por otro lado las mujeres terminaron ocupando el lugar que tenía el hombre dentro de las fábricas ya que por motivos de la aparición de la Segunda Guerra Mundial planteada anteriormente, era casi imposible que estos se ocuparan del cargo dentro de las fábricas, así pues y gracias a este acontecimiento donde se ve reflejado que dichos motivos que dieron paso a la participación de la mujer en el ámbito laboral, no fueron más que por necesidad. “Esta situación sentó un precedente: la mujer era capaz de realizar el trabajo que hasta entonces sólo había hecho el hombre”. (Voz de Mujer, 2014)
Sin embrago y aun con lo acontecido, trabajar fuera de la casa se consideraba un estigma social, por lo que la posición de la mujer en el ámbito laboral se relaciona directamente con la cuestión del género. Se estima que la función sobresaliente femenina es de esposas, madres y por ende amas de casa, dichas ocupaciones no son consideradas más que patrones culturales, estos patrones se encuentran también dentro de la preferencia que se tiene en relación a la fuerza de trabajo y en base a esto es que se determina la segmentación del campo laboral en relación al género.
Ejemplo claro sería el caso de la entrevista de trabajo, donde a la mujer por el simple hecho de pertenecer al género femenino se le pregunta su edad, aun teniendo este dato previsto dentro del curriculum, con el fin de saber en qué etapa está de su vida, si aun es fértil para tener hijos, si existe un porcentaje mayor de haber creado ya una familia, etc. Por lo que muchas ocasiones la simple edad y genero determinan que existan menores posibilidades de obtener el trabajo. Por lo que se considera una discriminación impresionante
Con lo acontecido, la desautorización y feminización están presentes en la industria, las actividades financieras y el comercio, dicha situación genera de igual forma, que los salarios otorgados a las mujeres en base a su cargo dentro de una empresa sean en gran parte menor que el de los hombres, que repercute en tener mayores problemas en el asenso de puesto para ellas.
Esta realidad de desigualdad entre géneros se origina desde que se impone la ideología de que el trabajo es secundario para las mujeres, así pues se valora que sus rendimientos son complementarios pero lo más grave del asunto es que se considera que son mínimos los casos en que se observa que son capaces de realizar “tareas complejas” o tareas de comando.
Por lo que se puede determinar que gran parte de la sociedad tiene una clara visión constituida acerca del trabajo por género, problemática a la que debemos aplicarle solución.

MUJER, TRABAJO Y FAMILIA
Apenas unas cuantas décadas han pasado donde roles y responsabilidades eran inseparables en cuanto a lo que le correspondía a cada género por cumplir, es decir que hombres y mujeres trabajaban de forma separada gracias a la tradicional división de roles por sexos. Sin embrago gracias a los cambios contantes en el ámbito social, político e ideológico es que se ha guiado a la mujer para lograr un fin, el de obtener una igualdad de género con relación al ámbito laboral. Por ello a finales del siglo XX se observa un gran cambio en dos entornos sumamente importantes: a nivel productivo y reproductivo, que en el pasado dichas esferas no cumplían con relación alguna.
Así pues la mujer hoy en día al jugar dos roles en la sociedad atiende las labores dentro del hogar y al mismo tiempo le da un toque femenino al trabajo empresarial. Sin embargo es importante aclarar que mucha de la participación que tiene la mujer en el ámbito laboral es gracias a la necesidad por la que se ve enfrentada día con día ya que se ha perdido esa responsabilidad en la que los hombres eran portadores del sustento económico de la familia, pero sobre todo la responsabilidad dentro del hogar, donde se comprende la protección y educación de los hijos sin olvidar el aseo y dirección dentro del mismo.
Por dicha situación a la mujer le es más difícil subir de puesto dentro de una empresa ya que se ha comprobado que con relación a los hombres ellas dedican un “111% más a las tareas domésticas que recae en números reales a un aproximado de tres horas y diez minutos contra una hora y media que ellos dedican” (Martha García, 2014)
Esto solo hablando del cuidado del hogar omitiendo el labor y atención a hijos y personas de la tercera edad.
Por ello y como consecuencia se observa una limitada participación de la mujer en puestos de dirección que de igual manera se considera como el primer impedimento para obtener un amplio desarrollo profesional.
Debido a esto se pretende encontrar solución y respuesta a dicha situación donde se considera necesaria la participación de agentes específicos como lo son las instituciones públicas, quienes ayudarán a regular este desequilibrio, así pues es sustancial el análisis y solidaridad dentro de las empresas ante esta nueva realidad social para poder cambiar la perspectiva en relación al tradicionalismo en el trabajo inclinado a la participación mayoritaria del hombre dentro de la empresa y poder brindar un mayor sustento económico y social al género femenino.
Derechos a favor de la mujer
La participación de la mujer en el entorno laboral no es resultado de una causalidad, a lo largo de la historia se ha observado que las mujeres han optado por la lucha constante de sus derechos, visto en una serie de movimientos dentro de la sociedad que han traído como resultado favorable la obtención de dichas exigencias necesarias sobre todo hablando acerca del entorno laboral.
Tal es el caso del “Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, ONU, 1996. Que determina que cada uno de los Estados tiene la obligación de asegurar una igualdad de derecho en relación al entorno laboral donde se cuente con las mismas oportunidades de trabajo para ambos géneros, en las que se incluye: mismo salario, oportunidades de ascenso, remuneración de días festivos, seguridad entre otras.
Por otro lado la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, ONU, 1979. Pretende eliminar todo tipo de discriminación que se tiene ante el género femenino, del mismo modo se busca garantizar la homogeneidad de derechos entre hombres y mujeres. De forma concisa se aplicará en cada estado diferentes medidas específicas para logar la ejecución uniforme ante la discriminación contra la mujer en ámbitos específicos como los es el del trabajo que permitirá a la mujer obtener los mismos derechos en relación a “oportunidades; elección libre de profesión y empleo; ascensos laborales; prestaciones y seguridad social; igual remuneración para trabajo de igual valor; protección a la salud; seguridad en el trabajo; entre otros”. (Norma Mexicana para la igualdad laboral entre hombres y mujeres, 2014)
Por ello y como conclusión se puede determinar que el cambio constante ante la aceptación de las mujeres en el ámbito laboral ha otorgado a la mujer lo que tanto había deseado, el derecho y posibilidad de una independencia en relación a la parte económica adquirida por el constante esfuerzo ante su crecimiento personal.
A su contrariedad la discriminación de la mujer sigue presente en algunos lugares con relación a la adquisición de un empleo, donde muchos de ellos siguen ocupados por hombres en base a que en distintos entornos temen o desconfían que las mujeres podemos llegar a tener puestos de un nivel alto.

BIBLIOGRAFÍA
Fuente 1: Voz De Mujer (2014). Los inicios de las mujeres en el ámbito laboral. Recuperado de : http://www.vozdemujer.org/laboral2.htm
Fuente 2: García, MARTHA (2014). Prácticas y estrategias para conciliar la vida familiar de la laboral. Recuperado de http://mujer-familia-trabajo.blogspot.mx/
Fuente 3: Secretaría de Inclusión Laboral (2014). Norma Mexicana para la igualdad laboral entre hombres y mujeres. Recuperado de http://www.stps.gob.mx/bp/anexos/igualdad%20laboral/2.%20Norma%20mexicana%20para%20la%20igualdad%20laboral.pdf Fuente 4: Álvarez R., Adanayes Gómez B., INGRID (2014). Conflicto trabajo familia en mujeres profesionales que trabajan en la modalidad de empleo. Recuperado de file:///C:/Documents%20and%20Settings/AUXILIAR%20CONTABLE/Mis%20documentos/Downloads/ppsico916.pdf
Fuente 5: Godinho-Delgado, María Berenice; Balçao, Nilde. (2014). Mujer y trabajo. Recuperado de http://www.nuso.org/upload/articulos/2221_1.pdf
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http://www.inamap.org/desarrollo-familiar/el-rol-de-la-mujer-en-la-familia-y-el-trabajo/