En los años 60 México estaba en una etapa estable donde había plena confianza. Con Lopez Portillo las cosas iban bien. Se descubrió un foso petrolero. Se hizo un gran gasto en la infraestructura del petróleo. En este momento todos eran millonarios y la confianza era plena. Posteriormente, hubo una baja en los precios del petróleo y comenzó la fuga de capitales.
El peso se comenzó a depreciar frente al dólar. Para ese entonces Miguel Mancera saco un boletín de porque se debía mantener flotante la paridad, es decir, no fijarla. Lopez Portillo destituyó a Miguel Mancera y en el informe dijo que se iba a comprometer a defender el peso. Con las devaluaciones continuo la fuga de capitales, debido a que, la gente prefería mantener su dinero en un lugar seguro.
Lopez Portillo anuncia la nacionalización de la banca. Que en realidad era una estatización debido a que los bancos que había ya eran mexicanos. El único banco extranjero que existía no entro en el decreto.
Los antiguos banqueros comenzaron a abrir casas de bolsa. Estás comenzaron a tener muchas utilidades siendo más pequeñas que los bancos. Esto fue porque eran las únicas que podían entrar a la subasta de los cetes. Compraban cetes a largo plazo y jugaban con el interés en el corto plazo.
Entra en 1982 Miguel de la Madrid, el cual comenzó la negociación del TLC. Llega 1988 y entra Salinas. En 1990 se da una apertura en el sistema financiero mexicano, derogando la reforma Const. al 28° y creando un comité de desincorporación de S.N.C. La reprivatización fue muy criticada, pues los bancos no fueron regresados a sus anteriores dueños, sino a manos extranjeras y otros no tan calificados.